De izquierda a derecha, Roser Porta Robera, Hospital Universitario de Reus (BCN); Segundo Rite, Hospital Materno Infantil Miguel Servet (Zaragoza); Ana Rodríguez Sánchez de la Blanca, Hospital Univ. Gregorio Marañón; Alejandro Ávila Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña; y Manuel Sánchez Luna Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid


Habrá una nueva clasificación en el manejo de la Displasia Broncopulmonar


La Displasia Broncopulmonar (DBP) tendrá próximamente una nueva clasificación para definir el alcance de la enfermedad en los pacientes. Así se anunció en la reunión científica Hot Topics en Neonatología, un evento cuyo objetivo es dar a conocer los temas más relevantes que se abordaron durante la reunión internacional del mismo nombre celebrada en Washington DC en diciembre de 2018. Organizado por la Fundación IMAS y avalado por la Sociedad Española de Neonatología (SENeo), este encuentro reunió en Madrid a cerca de 330 profesionales relacionados con la especialidad.


La Displasia Broncopulmonar es la secuela grave más frecuentemente asociada a la prematuridad. Se caracteriza por insuficiencia respiratoria crónica originada por el cese del desarrollo pulmonar y vascular pulmonar en una fase muy precoz, afectando de manera variable a los distintos pacientes. “En lugar de utilizar adjetivos de gravedad, se clasificará por grados. Una clasificación que ya propusimos desde la Comisión de Estándares de la Sociedad Española de Neonatología en 2013 y que hoy se ha adoptado internacionalmente. Además, se propone un cambio de aspectos relacionados con la clasificación según los dispositivos empleados para el apoyo respiratorio no invasivo, algo novedoso y aún en vías de ser aceptado por la comunidad científica” apunta el doctor Manuel Sánchez Luna, director del evento y del Grupo Español de Investigación en Displasia Broncopulmonar (GEIDIS).


“Necesitamos reevaluar la definición de DBP, tratando de lograr una mayor capacidad de predicción del resultado a medio y largo plazo. Probablemente la inclusión de criterios relativos al tipo de soporte respiratorio a las 36 semanas mejore la capacidad predictiva de la graduación”, comentó en su ponencia el Dr. Segundo Rite Gracia, coordinador de neonatología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.


Rite anunció posibles nuevos tratamientos para la gestión de esta enfermedad como la administración intratraqueal de budesonida más surfactante. “Es una terapia prometedora según se ha demostrado en ensayos preclínicos pues no altera la función del surfactante y es mínima su absorción sistémica”, aseguró el neonatólogo, aunque advirtió que se necesitan nuevas evaluaciones en ensayos clínicos más amplios.


También se abordó la relación entre Displasia Broncopulmonar e Hipertensión Pulmonar (HTP). Según los expertos, en el manejo de la HTP asociada a DBP se requiere el tratamiento de la enfermedad pulmonar subyacente antes de utilizar fármacos específicos para HTP. Además, también se ha evidenciado que la enfermedad vascular pulmonar contribuye al origen tanto de la DBP como de la HTP asociada a la Displasia Broncopulmonar.



La importancia del primer minuto de oro


A lo largo de la jornada se hizo una reflexión crítica de la importancia del cuidado y manejo de los recién nacidos muy inmaduros y, por tanto, de mayor riesgo, desde el primer momento en que nacen –“el primer minuto de oro”- y las consecuencias a largo plazo de un cuidado inadecuado. “Nos preocupa el desconocimiento de la implicación de diferentes medidas de cuidados que en ocasiones tomamos o dejamos de tomar. Seguimos lejos de conocer con detalle aspectos clave de la fisiología neonatal, muy concretamente de la gran inmadurez y de las secuelas relacionadas con el nacimiento muy prematuro. Las consecuencias de tratamiento a veces sólo se conocen después de muchos años de seguimiento y en ocasiones no existen buenos estudios de investigación que puedan contestar a estas preguntas”, explicó el doctor Manuel Sánchez Luna.


“La adaptación al nacimiento es un proceso lento y progresivo en el que el médico participa ayudando en esta transición. La agresividad en estos momentos buscando una transición rápida puede ser causa de secuelas graves, por ello en esta charla nos centraremos en los aspectos más relevantes de la fisiología de la transición neonatal al nacimiento en los recién nacidos muy inmaduros”, aclara el doctor Sánchez Luna, también patrono de IMAS.


En España, según los datos más recientes del INE en 2018, la prematuridad representa el 7,5% de los nacimientos, donde el mayor porcentaje corresponde a los llamados ‘prematuros tardíos’. Sin embargo el grupo de mayor riesgo de secuelas es el de os nacidos antes de la semana 28, los cualesrepresentan alrededor de 1400 nacidos cada año. Concretamente, un ‘recién nacido inmaduro’ presenta un estado de desarrollo y crecimiento muy complejo, que nace en fases muy precoces del desarrollo humano donde los factores ambientales tienen una trascendencia grande en su desarrollo posterior.


Actualmente, además de los factores ambientales, entre los parámetros que miden el riesgo de prematuridad se encuentra una población materna más envejecida y, por ello, con más patología general asociada a la edad. Frente a ello, tal y como indica el doctor Sánchez Luna, “disponemos, en la actualidad, de avances en el análisis de factores moleculares que pueden ayudar a seleccionar con bastante precisión, dentro de los grupos de riego, aquellas gestantes con más probabilidad de presentar un parto pretérmino”.


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